Autoalivio.

Me gusta ser la primera.
Me gusta porque tengo la capacidad de serlo, pero últimamente creo que es porque siempre he tenido miedo de no destacar.
En estos últimos días me he dado cuenta que uno de mis mayores padecimientos (junto con el egocentrismo), es el miedo a algo muy superficial: El rechazo.
El rechazo social, el repudio, y la no-aceptación de mi ser en un grupo social, me provocan nervios de solo pensarlo. Soy una amante empedernida de mi zona de comfort, y mi meta primaria al entrar en un nuevo circulo, es meter a esas personas en mi centro para así evitar salir yo de este.
Usualmente mi técnica de "Reclusión Emocional Voluntaria" ha funcionado, en los casos donde encuentro personas que tienen tantos transtornos emocionales como yo, pero me ha entrado la duda de saber que sucederá el día que encuentre a alguien que, como yo, no quiera salir de su zona de comfort -o peor- me magnetice fuera de la mía.
Creo que debo empezar a trabajar en ese aspecto de mi vida, analizo que estoy un poco cansada de sentirme frustrada si no obtengo la atención que deseo, o las cosas que deseo. Y primariamente esto se ha convertido en un problema desde el momento en que, por alguna extraña y retorcida razón, he empezado a desear cosas solo por el objeto de si mismas, sin ningún porqué definido, algo a lo que yo llamaría "Gula emocional".
Es solo que me detengo y me doy cuenta, que tengo demasiadas cosas en que pensar a diario, y demasiadas otras cosas que valorar y meditar, tanto que ultimamente tener un poco de caos en el escritorio de mi vida, se ha vuelto un "must" para no descontrolarme y al fin poder entablar una vida mas normal y con emociones mas equilibradas.
Se que voy por el camino correcto, he mejorado la opinión de mi misma, he dejado de querer adelantar el futuro, y sinceramente, me he dado cuenta que desde siempre, no importando la circunstancias  tengo un futuro muy brillante que no se opaca por ningún motivo.
Simplemente me empiezo a sentir muy bien, sí, trabajando en algunos aspectos, pero muy bien sabiendo el conjunto de sorpresas que todavía soy y seré sin importar nada.